NO HAY MAL, QUE POR BIEN NO VENGA...


Se despertó con una extraña sensación. Sin abrir los ojos tanteó el lado derecho de la cama, esperando tropezar con un tacto conocido, pero no encontró nada. Le resultó tan sorprendente que en un solo acto: abrió los ojos, se incorporó y apartó hacia atrás la sábana.

Esta era la tercera vez, desde que había llegado aquel maloliente y pegajoso ser, que encontraba degollada la cabeza de un amante.

Aquellos silenciosos ojos, la miraban vacíos y no pudo menos que hacerles un mohín de reproche, mientras se recostaba de nuevo en la cama.

Abrazada a la almohada, Barbie Malibú fantaseaba con su nuevo amante en sueños... Deseaba con todas sus fuerzas que por fin fuera un Action Man.

Desde fuera, le llegaban los gritos de la pequeña Emily.

-¡Mamá! ¡James, ha vuelto ha arrancarle la cabeza a Ken y ahora lo está mordisqueando y babeando todo!




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