PELOS EN CORAZÓN


- No se preocupe señora.

- ¿Señora?, ¿cómo que señora?


- Tranquila, no es grave, tan sólo tiene pelos en el corazón. Se los podemos extraer, pero creo que seguirán reproduciéndose. Los pelos en el corazón siempre retoñan. Y más, viendo como es usted.


- ¡Oiga!, ¿pero cómo soy?, ¿a qué se refiere?


- Que ironía verdad... unos lamentándose de su calvicie y sin embargo usted...

El desencadenante, suele ser siempre el mismo: un cambio repentino y doloroso, el corazón se rompe en pedaciiiiitos.... y los pelos, empiezan a brotar.

Reconstruir un corazón, es muy laborioso, mucho. No crea que todos los doctores dominan esa técnica. Pero los pelo sí, son maravillosos.

Pero el único inconveniente, es que el sujeto pierde sensibilidad. Sí, comienza a percibir el mundo que le rodea desde su coraza velluda...

- ¡Cállese!

- Y eso les vuelve rancios e impasibles...

- ¡Qué se calle!, ¡le he dicho qué se calle!


- Distantes... asociales... 


- ¡CRASH! ¡Ufff... que alivio! Así está mejor, me agobia tanta charlatanería. 



Para: Eugenio González, por las veces que nos hemos reído de mi corazón peludo.





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